Esta entrada es la segunda parte de una que hice a principio de curso, y podéis ver aquí.
Ya estamos finalizando el curso y hemos practicado mucho este juego, lo hemos ido complicando y variando sus materiales.
A principio de curso comenzamos jugando con fichas de las damas en las que marcábamos el número 1, el 2 o ningún número.
Los peques debían observar la ficha y meterla en la caja cuyo número fuera el mismo. Trabajábamos la atención y discriminación visual.
Las cajas fueron aumentando y los números que aparecían en sus tapas también, con lo que el grado de atención cada vez debía ser mayor.
Aunque los peques de 3 años curricularmente sólo deben conocer y aprender hasta el número 3, hemos decidido ampliar para los más mayorcitos y espabilados y poner los números hasta el 5.
Otra modificación han sido las fichas. Os he dicho que inicialmente las teníamos de plástico duro tipo damas.
Pero surgió un problema logístico, era un material bastante caro, incitaba a los peques ha metérselo en la boca (un poco peligroso) y además era complicado escribir los números en las fichas.
Para ello solucionamos el problema haciéndolas en goma eva, es bastante rollo, pero con un molde y mucha paciencia he conseguido hacerme con una buena colección de moneditas.
Eso sí, las hice distintas, de muchos colores y con sus correspondientes números, pero que ellos no puedan asociar número y color.
También tenemos en cuenta los beneficios de este tipo de juegos en el desarrollo de la motricidad fina y de la pinza.
Para los más mayorcitos de 4 o 5 años, podemos complicar el juego añadiendo un dado. De esta forma, el número que marque, nos indicará cuántas monedas coger para después introducirlas en las cajas.
La siguiente complicación, será para niños de 6 años, tendrán que ir anotando en un papel todas las partidas que realizan.
La siguiente complicación, será para niños de 6 años, tendrán que ir anotando en un papel todas las partidas que realizan.