No pensé que esto del ganchillo me llevara por estos derroteros. Me dedicaba a realizar trabajos útiles para mí y mi familia, pero estos días mis manos comenzaron a trabajar en un nuevo diseño.
Practicando, leyendo e inventando, mirar lo que ha salido.
La idea la encontré en mi gran aliada desde hace muchos años, la revista Labores del Hogar.
Está llena de ideas hechas a mano, desde el tradicional punto de cruz, al punto o al ganchillo, con sus calidades más novedosas, el trapillo y el algodón.
Me pareció un buen tamaño para empezar con la técnica de los amigurumi.
Es una técnica que trabaja mucho los aumentos, las disminuciones, y el tejido en círculo y espiral.
Me ha resultado relativamente sencillo. Es muy importante elegir bien el algodón y el tamaño del gancho, facilitan la tarea y te hacen sentir cómoda.
En este trabajo lo primero ha sido hacer las cuatro partes de las que consta el cactus; la base, la hoja grande y las dos pequeñas.
Después las rellenamos de guata y las tenemos listas para unir.
Quizá esta es la parte más pesada y laboriosa de todas, pero con paciencia podemos conseguir unos resultados sorprendentes, como me sucedió a mi.
Cuando enseñé mi nueva creación a mi amiga Esther, tuvo una gran idea,
darle uso a este amigurumi, y aquí lo tenéis.
Se trata de usarlo como alfiletero... ¿qué os parece?
Bueno, pues os animo a todos a realizar algún trabajo con esta técnica, ya me contaréis qué os ha parecido.
Enlazo esta entrada a la 94º Fiesta de Enlaces de Arte Friki
y en la V Link Party de Lireth's Notebook